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Lo triste, lo inaceptable, lo demagógico, es que como ocurre en Terrassa, a unos trabajos que se han debido hacer poco a poco, silenciosa, casi sigilosamente, austeramente durante todo el período, no solamente se han acumulado para realizarlos cuando se acerca el 25 M, sino que se les da nombre, un nombre, ciertamente que como el de Terrassa, Barris en Marxa, nada tiene que ver con el abandono del que padece el sector que sirve de periferia al centro, o sea justamente los barrios.
Es difícil, conocer la opinión de las personas en las visitas que hace el alcalde a los barrios, porque en ellas solamente escuchará lo que se quiere que escuche, es decir que todo va bien... más que eso, que todo va mejor que nunca... y aún más... que jamás pensaron que vivirían para ver el Edén en que la ciudad se ha convertido. Además, que quienes se acercan al primer edil son los mismos de siempre, los allegados a los partidos del equipo de gobierno o los curiosos que ante la solemne visita se convierten en aduladores de momento y feroces críticos permanentes.
Hoy, observando las chapucillas que se hacen en la Av. del Vallés como parte del 'rítmico' Terrassa Barris en Marxa, nos hicimos eco de algunas quejas (en la medida que la gente conoce nuestra labor más se nos acerca) y nos hicieron notar, por ejemplo, la falta de pasos de cebra que enlacen a los caminantes de Can Parellada con las aceras que bordean el basurero en que se ha convertido la Riera. En una, a pesar de que se puede caminar, se refleja el abandono a todo lo largo y en la otra, la que va por el lado de Carrefour, su estado es una verdadera calamidad.
La cuestión, es que en los amados barrios en marcha, las carencias son extremas. Muchas las palabras, muchas las sonrisas, muchas palmaditas electoreras, pero, repito, las carencias son extremas... Total, pensarán los alegres pensadores, la gente de los barrios conforman el voto, quizás por ingenuidad cívica o a lo mejor por inocencia política, más fiel y estable que tiene el neoliberalismo progre.
Quedamos con algunas personas para hacer en los próximos días un recorrido `por esa acera, sin ánimos electoralistas, porque de verdad les digo que si se me ocurre meterme en política, mi abuela que en paz descanse, una mujer honrada a carta cabal, es capaz de levantarse de la tumba para enviarme al infierno. Ya les enseñaré las fotografías.
De momento les anexo las imágenes de la falta de pasos de cebra en el puente de Caprabo que conecten el barrio con las aceras señaladas... Ese es sin dudarlo, un pequeño detalle del gran abandono... Y como foto anexa, les añado una pedacito de puente para que nos hagamos una idea de cómo está el resto...
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
