Consejas y consejos del viejo Casimiro.- Se va a cumplir un mes de la ventolera que aparte de llevarse dos vidas, arrancó árboles y techos en diferentes puntos de la ciudad y el término municipal y pese a no ser más que eso, un vendaval que por momentos alcanzó el grado 12 de la escala de vientos lo que equivale al 1 de la de los huracanes, curiosamente aún quedan restos, demasiados restos, de sus efectos. Principalmente, claro está, en un ayuntamiento que vela por los intereses de los vecinos del centro, en los barrios.
Las bolsas con basura generada por el viento, se acumulan y sobre ellas, los incívicos lanzan otro tipo de basuras. Las ramas y troncos que molestan por el sector céntrico, parecen no hacerlo en la periferia.
Dios quiera que no nos afecte una catástrofe peor, porque por lo visto, Terrassa está a años luz de afrontarlas... Pese a que como en todo, se presume de lo contrario...
Una vez más nuestros políticos hacen bueno el dicho de que cada quien presume de lo que carece.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
