Lo curioso del caso es que el agresor no fue el conductor del vehículo, que por el contrario, de manera irónica posó a su lado arrodillado haciendo la "V" de la Victoria, sino su acompañante (que se ve al fondo de la imagen)
El sujeto, se avalanzó contra este redactor, lo cogió por su anorak y lo zarandeó amenazando con golpearlo y destacando que por su edad no era periodista (¿?) y por su acento (adquirido a través de muchos años en Sudamérica), era un ilegal, condición que también le atribuyó a la fotógrafa, de origen venezolano.
Avisada la policía local del hecho, el individuo de marras y el conductor se alejaron del lugar
Nota del redactor:
Terrassa es mi ciudad natal, pero la única, (salvo situaciones derivadas de estados de sitio o emergencia o conflictos militares en que me he visto envuelto a lo largo de mi vida dedicada al periodismo) en que se me ha amenazado o agredido en al menos tres situaciones de clara denuncia, aunque fueran nimias como la de hoy
También la única donde por mi acento o por la nacionalidad de mi mujer quien durante muchísimo tiempo y en varios medios impresos -ahora también en el blog- es la fotógrafa) se ha soslayado impertinente, la xenofobia. Y es la única en la que por primera vez se me insulta por la edad, aunque por ser la primera vez, no se puede generalizar sino circunscribirla en el entorno del hecho.
Hoy, una vez más, considero que fue erróneo haber querido regresar hace ya bastante tiempo, a mi Terrassa natal tras mi largo periplo por diferentes países y ciudades porque en ella, después de más de trece lustros de existencia, me siento extranjero, cosa que nunca sentí en aquellas naciones que me acogieron siéndolo,como uno más de sus ciudadanos.