Cuando en la noche de este domingo el verano dé paso al otoño, la piscina y los días de disfrute en ella, dejarán de ser un recuerdo para pasar a formar parte de anécdotas aisladas de un verano más pasado en casa.
Hemos visitado esta mañana los alrededores de la piscina y el color verde del abandono casual y transitorio y la soledad, son el preludio de la estación dorada que en esta instalación, curiosamente inicia su andadura en pleno verano y quince días antes del comienzo de las clases.
Nostálgica imagen de un sitio hasta hace muy poco, alegre y bullicioso y que le queda todo un curso por delante para volver a disfrutar de su esplendor y sufrir de sus escesivamente altos precios.
Hemos visitado esta mañana los alrededores de la piscina y el color verde del abandono casual y transitorio y la soledad, son el preludio de la estación dorada que en esta instalación, curiosamente inicia su andadura en pleno verano y quince días antes del comienzo de las clases.
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