En los últimos días, el diario El Periódico de Catalunya ha suplido de alguna forma con entrevistas a líderes locales, la falta de pluralidad demostrada por los medios de comunicación del ayuntamiento terrassense que parecen estar al servicio casi esclusivo del señor alcalde, el conservador Jordi Ballart, que durante una temporada pareció ser de izquierdas.
Sin entrar en el fondo del reportaje de este martes, el importante diario barcelonés, da cabida al portavoz del PPC en el Ayuntamiento, Gabriel Turmo, una situación que parece insólita en el escenario adecuado, como son los medios municipales.
Ayer, casualmente o no, la figura que ocupó la atención de la edición terrassense de El Periódico, fue la del también conservador, solapado en las sagradas siglas del socialismo, Alfredo Vega, portavoz de su formación en el consistorio. Este hombre, junto con el alcalde que lo hizo seguramente por cuestiones de imagen, fue el único del equipo de gobierno que aunque se abstuvo, no avaló con su voto la aberración de unir a la extrema derecha nacionalista con el socialismo de salón en lo que se ha dado en llamar un gobierno sociovergente o mejor dicho, en la pràctica, nacional socialista.
En estos momentos en que la oposición es mayoritaria, pese al disparatado híbrido que gobierna Terrassa que solo suma 12 concejales, debiera exigir mayores espacios de participación en los medios públicos locales para evitar que se sigan convirtiendo en meros creadores de imagen personalista.
A fin de cuentas, los medios de comunicación municipales son propiedad del pueblo soberano no meros instrumentos propagandísticos.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.