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Foto de JMH |
Este sábado el centro de la ciudad como no podía ser de otra forma en un municipio centralista como pocos, se desarrollaron unos pintorescos desfiles de gigantes que divirtieron a los paseantes, especialmente a los niños y niñas. Esta exhibición se enmarca en los actos programados en la proclamación de Terrassa como 30º Ciudad Gigantera de Catalunya.
Posteriormente, por la noche en el lugar tradicional, es decir la intersección de las avenidas de Josep Tarradellas y Abat Marcet, se realizó el castillo de fuegos artificiales que quedó pendiente desde la fiesta mayor, por el peligro que existía entonces de incendio. Esta explicación, huele en todo caso a “chamusquina”, porque todo parece indicar que el aplazamiento más tuvo que ver con darle cierto brillo al evento gigantero para el que se contaba con escaso presupuesto que con unos riesgos de incendio que en julio suelen ser siempre los mismos, poco más, poco menos.
De los fuegos, que siempre son bonitos y espectaculares, poco que decir, porque como dice el vulgo, “visto uno, vistos todos”.