Nota de prensa.- La campaña de actividades de verano impulsada por el Ayuntamiento de Terrassa, formada por diferentes ciclos simultáneos, ha cerrado la temporada con un total de 10.562 asistentes. Este año ha crecido considerablemente el ciclo Somos Verano, que en esta ocasión ha sido rebautizado como Somos verano ... de circo! para poner de relieve la mayor presencia de espectáculos relacionados con este género y la voluntad municipal de dar impulso a una entidad del ocal, la asociación Tubo de Ensayo 7.70, que aglutina a la mayoría de artistas de circo de la ciudad . El ciclo Sonidos del Tiempo y el Festival de Verano en la Sede de Ègara tuvieron cifras de asistencia muy similares a la edición anterior, mientras que el Festival de Circo de Terrassa, a pesar de tener más espectadores que el año pasado en los primeros días, sumó menos asistentes que en 2014 para la última jornada se anuló por el mal tiempo.
El concejal de Cultura, Jordi Flores, ha mostrado su satisfacción por cómo se han desarrollado los diferentes ciclos y por las cifras de participación alcanzadas. "Las cifras muestran claramente -ha indicado el concejal- que la apuesta por el circo ha sido acertada y que este género ha funcionado muy bien como aglutinante de una programación diversa y para todos los públicos, que era el objetivo". En este sentido, Flores ha agradecido la implicación de la asociación Tubo de Ensayo 7.70 y el apoyo de las entidades de los barrios, que han colaborado en su producción y comunicación: "Somos verano es una manera de llevar la cultura a todas partes durante el verano, pero el Ayuntamiento solo, sin las entidades, no podría llegar, por eso hay que reconocer y valorar la gran labor que hacen en el territorio ", dijo el edil.
Un verano lleno de circo
El ciclo Somos Verano ha incluido este año numerosas actividades a cargo de la Asociación Tubo de ensayo 7.70, algunos de ellos acompañados de talleres que daban a conocer de manera sencilla y cercana diferentes técnicas. Entre los espectáculos a destacar está el de la Cía. Filigranas, con 400 personas en la plaza de Agustí Bartra, y el Cabaret Tubo de ensayo, que reunió en el Parque de Vallparadís unas 250 personas. En total se han llevado a cabo 16 espectáculos relacionados con el circo en una decena de espacios de la ciudad.
Aparte de los diversos espectáculos de circo, el ciclo ha incluido también actividades como sardanas, títeres, visitas al patrimonio, baile o animación infantil, en escenarios diversos como la plaza de Can Roca, la plaza del primero de mayo o la plaza del Progreso , donde por segundo año consecutivo se celebró el día de San Roque, con un concierto del grupo de música popular y tradicional Ameba que contó con la colaboración de Quitar Ball.
Por su parte, el Festival de Circo de Terrassa, que este año ha celebrado la séptima edición, se ha caracterizado por un nivel artístico muy alto y por la diversidad de disciplinas y estilos, los más clásicos a los más contemporáneos, con compañías de prestigio de Cataluña e internacionales tales como Circo Pistola, Leandro, Marcel et ses DROL de Femmes y Botproject, entre otros. Todos los espectáculos que se vieron fueron un éxito de público y en algunos casos se rozó el 100% de ocupación de la sala o plaza donde se celebraron. Los dos espectáculos con más público fueron los del escenario chimenea de la plaza de la Asamblea de Cataluña: Grietas, de la Cía Hotel Locanda, el 8 de septiembre (1800 espectadores), y Iceberg, de la Cía. Leandro, al día siguiente (1.200 asistentes). Desgraciadamente, todos los espectáculos de la última jornada del festival, la del 10 de septiembre, se anularon por razones meteorológicas. Por este motivo, aunque en las primeras jornadas del festival hubo más público que en ediciones anteriores, el total de espectadores del certamen fue globalmente inferior al de 2014 (5.760 frente 9.086 del año pasado).
Como complemento de los espectáculos se programaron en la BD4 una pequeña muestra de libros de circo y la proyección de un audiovisual con fotos de ediciones anteriores del Festival. La biblioteca aportó también al festival un grupo de narradores que contar cuentos durante la segunda jornada del festival.
Otra novedad fue la instalación de tres escenarios, dos en la calle Infante Martín y uno en la chimenea, lo que permitió tener espacios adecuados para cada espectáculo y facilitar los cambios de escenografía entre actuaciones.
El ambiente en la plaza de la asamblea de Cataluña fue muy animado durante las dos jornadas que se celebraron en este espacio. Por primera vez se instalaron food trucks (vehículos habilitados para la venta ambulante de comida y bebida) y en la calle Infant Martí un bar del barrio puso un punto de venta de bebidas y bocadillos en la calle. Estas iniciativas respondían a la voluntad municipal de implicar al tejido comercial del barrio en el Festival. Por su parte, la Asociación de Vecinos de La Maurina se volcó colaborando en el diseño y organización del certamen.
La música clásica mantiene su atractivo
La música clásica y antigua ha tenido su espacio a través del III Festival de Verano de la Sede de Egara, organizado por el Ayuntamiento de Terrassa y la Orquesta de Cámara Terrassa 48, y del ciclo Sonidos del Tiempo, que por octavo año consecutivo llevó conciertos de diferentes estilos en espacios destacados del patrimonio histórico-artístico de la ciudad.
El III Festival de Verano de la Sede de Ègara incluyó un concierto centrado en la tenora, con músicas de compositores catalanes del XVIII, que incluyó el estreno de una obra de M. Casellas para tenora y orquesta de cámara . El concierto "Música a tu gusto" ofreció un exquisito menú de obras a la carta, es decir, que los asistentes pudieron elegir las piezas a interpretar. El certamen se cerró con el espectáculo Carles Casas dice Llach, con una gran carga emotiva, que fue muy bien acogida por el público. En total el festival reunió 298 espectadores, cifra cercana a los 338 del año pasado.
Por su parte, el ciclo Sonidos del Tiempo llevó un conjunto de propuestas muy variadas, tanto como los espacios que acogieron los diferentes espectáculos. La Venecia del siglo XVIII, el romanticismo del siglo XIX, o la fusión entre música antigua catalana y oriental fueron algunas de las propuestas de este año. Los conciertos con más público fueron los que tuvieron lugar en el convento de San Francisco, es decir, "Música de 1713", el concierto conmemorativo de los hechos del 4 de septiembre, y "Il viaggio de Dominico", a cargo de la ensemble de música antigua del CEM. Entre las novedades de esta edición cabe destacar la inclusión de la capilla del antiguo hospital del tórax entre los escenarios del festival, con el espectáculo Lux Aeterna, un concierto a caballo entre el ciclo Sonidos del tiempo y un certamen de música y cine del Barcelona Clásico Concierto, formación dirigida por el polifacético músico terrassense Juan Martinez Colás. El balance cuantitativo del certamen se cerró al alza, con 899 espectadores, 51 más que en 2014.
El concejal de Cultura, Jordi Flores, ha mostrado su satisfacción por cómo se han desarrollado los diferentes ciclos y por las cifras de participación alcanzadas. "Las cifras muestran claramente -ha indicado el concejal- que la apuesta por el circo ha sido acertada y que este género ha funcionado muy bien como aglutinante de una programación diversa y para todos los públicos, que era el objetivo". En este sentido, Flores ha agradecido la implicación de la asociación Tubo de Ensayo 7.70 y el apoyo de las entidades de los barrios, que han colaborado en su producción y comunicación: "Somos verano es una manera de llevar la cultura a todas partes durante el verano, pero el Ayuntamiento solo, sin las entidades, no podría llegar, por eso hay que reconocer y valorar la gran labor que hacen en el territorio ", dijo el edil.
Un verano lleno de circo
El ciclo Somos Verano ha incluido este año numerosas actividades a cargo de la Asociación Tubo de ensayo 7.70, algunos de ellos acompañados de talleres que daban a conocer de manera sencilla y cercana diferentes técnicas. Entre los espectáculos a destacar está el de la Cía. Filigranas, con 400 personas en la plaza de Agustí Bartra, y el Cabaret Tubo de ensayo, que reunió en el Parque de Vallparadís unas 250 personas. En total se han llevado a cabo 16 espectáculos relacionados con el circo en una decena de espacios de la ciudad.
Aparte de los diversos espectáculos de circo, el ciclo ha incluido también actividades como sardanas, títeres, visitas al patrimonio, baile o animación infantil, en escenarios diversos como la plaza de Can Roca, la plaza del primero de mayo o la plaza del Progreso , donde por segundo año consecutivo se celebró el día de San Roque, con un concierto del grupo de música popular y tradicional Ameba que contó con la colaboración de Quitar Ball.
Por su parte, el Festival de Circo de Terrassa, que este año ha celebrado la séptima edición, se ha caracterizado por un nivel artístico muy alto y por la diversidad de disciplinas y estilos, los más clásicos a los más contemporáneos, con compañías de prestigio de Cataluña e internacionales tales como Circo Pistola, Leandro, Marcel et ses DROL de Femmes y Botproject, entre otros. Todos los espectáculos que se vieron fueron un éxito de público y en algunos casos se rozó el 100% de ocupación de la sala o plaza donde se celebraron. Los dos espectáculos con más público fueron los del escenario chimenea de la plaza de la Asamblea de Cataluña: Grietas, de la Cía Hotel Locanda, el 8 de septiembre (1800 espectadores), y Iceberg, de la Cía. Leandro, al día siguiente (1.200 asistentes). Desgraciadamente, todos los espectáculos de la última jornada del festival, la del 10 de septiembre, se anularon por razones meteorológicas. Por este motivo, aunque en las primeras jornadas del festival hubo más público que en ediciones anteriores, el total de espectadores del certamen fue globalmente inferior al de 2014 (5.760 frente 9.086 del año pasado).
Como complemento de los espectáculos se programaron en la BD4 una pequeña muestra de libros de circo y la proyección de un audiovisual con fotos de ediciones anteriores del Festival. La biblioteca aportó también al festival un grupo de narradores que contar cuentos durante la segunda jornada del festival.
Otra novedad fue la instalación de tres escenarios, dos en la calle Infante Martín y uno en la chimenea, lo que permitió tener espacios adecuados para cada espectáculo y facilitar los cambios de escenografía entre actuaciones.
El ambiente en la plaza de la asamblea de Cataluña fue muy animado durante las dos jornadas que se celebraron en este espacio. Por primera vez se instalaron food trucks (vehículos habilitados para la venta ambulante de comida y bebida) y en la calle Infant Martí un bar del barrio puso un punto de venta de bebidas y bocadillos en la calle. Estas iniciativas respondían a la voluntad municipal de implicar al tejido comercial del barrio en el Festival. Por su parte, la Asociación de Vecinos de La Maurina se volcó colaborando en el diseño y organización del certamen.
La música clásica mantiene su atractivo
La música clásica y antigua ha tenido su espacio a través del III Festival de Verano de la Sede de Egara, organizado por el Ayuntamiento de Terrassa y la Orquesta de Cámara Terrassa 48, y del ciclo Sonidos del Tiempo, que por octavo año consecutivo llevó conciertos de diferentes estilos en espacios destacados del patrimonio histórico-artístico de la ciudad.
El III Festival de Verano de la Sede de Ègara incluyó un concierto centrado en la tenora, con músicas de compositores catalanes del XVIII, que incluyó el estreno de una obra de M. Casellas para tenora y orquesta de cámara . El concierto "Música a tu gusto" ofreció un exquisito menú de obras a la carta, es decir, que los asistentes pudieron elegir las piezas a interpretar. El certamen se cerró con el espectáculo Carles Casas dice Llach, con una gran carga emotiva, que fue muy bien acogida por el público. En total el festival reunió 298 espectadores, cifra cercana a los 338 del año pasado.
Por su parte, el ciclo Sonidos del Tiempo llevó un conjunto de propuestas muy variadas, tanto como los espacios que acogieron los diferentes espectáculos. La Venecia del siglo XVIII, el romanticismo del siglo XIX, o la fusión entre música antigua catalana y oriental fueron algunas de las propuestas de este año. Los conciertos con más público fueron los que tuvieron lugar en el convento de San Francisco, es decir, "Música de 1713", el concierto conmemorativo de los hechos del 4 de septiembre, y "Il viaggio de Dominico", a cargo de la ensemble de música antigua del CEM. Entre las novedades de esta edición cabe destacar la inclusión de la capilla del antiguo hospital del tórax entre los escenarios del festival, con el espectáculo Lux Aeterna, un concierto a caballo entre el ciclo Sonidos del tiempo y un certamen de música y cine del Barcelona Clásico Concierto, formación dirigida por el polifacético músico terrassense Juan Martinez Colás. El balance cuantitativo del certamen se cerró al alza, con 899 espectadores, 51 más que en 2014.