Esto lo cuento y lo digo a cuenta de que en un rincón cualquiera de nuestra ciudad, llegaron un día unos caballeros muy compuestos y algo maduros en cuestiones de edad y se liaron en el afanoso quehacer de colgar un cartel de Ciudadanos de cara a los próximos comicios parlamentarios. Después de muchas horas y no menos sudor, dejaron su mensaje bien acomodado.
Mas, parece que con esa sintonía que hermana a las derechas y al centro, cedieron el espacio a sus colegas del PSC local, porque con un par de jovencitos poniendo el esfuerzo y otro mirando ora aquí ora allí de su entorno, en menos tiempo que el empleado por esos amigos que están a su izquierda políticamente para poner su propaganda, la quitaron y pusieron la suya, sin que la sangre llegase al río, porque ni había río, ni había encono.
¿Ganas de fastidiar al rival? Puede que sí, puede que no.
Así es la vida. Así son y así estánlas cosas.