El 26 de octubre pasado informábamos acerca de unas obras en 26 vados, destinadas a mejorar la movilidad en los diferentes puntos de la ciudad. Todo enmarcado en aquel tópico que nos señala, en opinión de sus optimistas autoridades, como una ciudad modélica en lo que respecta a la movilidad para aquellas personas que tienen dificultades de desplazamiento.
Partiendo de este contexto y pocos días después de que el alcalde realizara su enésima visita al barrio de Can Parellada "para conocer de primera mano sus problemas", nos dedicamos a seguir durante algunos minutos y unos cientos de metros, a una señora que circulaba por las aceras del barrio sentada en su silla de ruedas.
Los huecos, las farolas, los bares en medio de las aceras y otros obstáculos menores, nos hicieron admirar a la buena dama por el sacrificio en que se convierte su desplazamiento en esta ciudad "super, recontra, ultra" movilizable.
En fin. Cada día nos convencemos más de que las obras en Terrassa se quedan en el centro mientras la demamogia y el populismo se enraízan en los barrios.
¡Qué falta hace en esta localidad un gobierno municipal igualitario y de IZQUIERDAS... Al menos igualitario para los que se colocan en el centro.
Así es la vida.Así son y así están las cosas.