Así como aquellos islamistas radicales destruyeron milenarias estatuas de budas en Afganistán porque iban en contra de sus creencias religiosas, es decir que eran malas a sus ojos, los políticos de Terrassa como si no tuviera la ciudad problemas verdaderamente importantes que afrontar, aprobaron tal memez.
Y lo hicieron los de C's con los votos del PSC y de CiU que de esta manera intenta hacer olvidar que Pujol fue amo del partido durante muchos años y del PP... Más centrados y coherentes, como se está haciendo habitual, estuvieron los concejales de izquierdas, TeC y la Cup que se abstuvieron y ERC que se opuso.
No porque se retire el nombre del ex president de la Generalitat de las placas instaladas en los sitios que inauguró entre 1990 y 1995 dejará de haberlo hecho en su calidad de máxima autoridad del Principado electo por el pueblo.
Sus errores posteriores no justifican tal medida como si fuese un dictadorcillo del tres al cuarto. Parece como si los actuales actores de la política local se hayan dejado iluminar por las enseñanazas de los "talbán" de condenar al ostracismo a hombres y obras.
No me cae bien Pujol, ni Mas, ni Rajoy, ni me caía bien Mourinho, pero ahí estuvieron y bien o mal, hicieron muchas cosas y por borrarlas de las placas o de las cartas o de los archivos periodísticos, no dejan de ser sus responsables.
¿Qué pondrán estos genios en las placas a cambio del nombre? ¿"En tal fecha ALGUIEN inauguró esta plaza"?
Repito: los señores concejales tienen cosas más importantes a las que dedicar su tiempo. Pujol inauguró las obras en el curso de su presidencia y punto. De sus ilícitos se encargarán de juzgarlos la justicia, la crónica periodística y la historia.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.