Cuatro unidades de segunda mano comenzarán a suplir a igual número de chatarra que todavía circula en la ciudad haciendo las veces de transporte público urbano. Todo ello si propspera la proposición de la concejalía correspondiente para aprobar en el pleno ordinario de este jueves, su compra por parte de Tmesa, la empresa que gestiona el servicio.
Con un parque automotor viejo y en ocasiones claramente deteriorado, resulta sorprendente que las primeras unidades de la flota prevista, sea de segunda mano, más aún si se considera que su uso continuo y la función que cumple, requiere de máquinas nuevas que garanticen una larga y óptima utilización.
Lo barato sale caro.
