Varios agentes culturales de la ciudad trabajarán durante tres días en la autoevaluación que debe determinar cuál es la situación actual de las políticas culturales en Terrassa. Para ello, en las sesiones se abordarán diferentes ámbitos temáticos, como los derechos culturales o la relación de la cultura con otros ámbitos como la educación, el medio ambiente, la economía, la inclusión social, la planificación urbana y el espacio público o el conocimiento. El objetivo final es que el proceso de análisis y reflexión compartida ayude a formular nuevas propuestas de mejora basadas en la detección de necesidades y potencialidades, así como de experiencias positivas que se puedan difundir o generalizar.
El primero de los talleres tendrá lugar el lunes, 30 de mayo, a las 16 h, en la cúpula del Teatro Principal (pl. De Maragall, 2). La apertura estará a cargo del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Terrassa, Jordi Flores, y del coordinador de la Comisión de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), Jordi Pascual. Pascual es investigador, gestor y activista cultural especializado en políticas culturales, gobernanza, desarrollo local y relaciones internacionales.
Los medios podrán tomar imágenes al inicio de la sesión del lunes. Los medios que deseen declaraciones de los ponentes, podrán hacerlo antes del comienzo de la actividad.
Terrassa forma parte del programa La Cultura en las ciudades sostenibles: Aprendiendo con Cultura 21 Acciones en Europa, junto con las ciudades europeas de Gabrovo (Bulgaria), Galway (Irlanda), Izmir (Turquía), Lisboa (Portugal), Namur (Bélgica) , Swansea (Gales), Maastricht (Holanda) y Timisoara (Rumanía). Se trata de un programa impulsado por la CGLU y por Culture Action Europe, que debe permitir a las ciudades europeas participar en un proceso de aprendizaje basado en los principios y las acciones de Cultura 21: Acciones; la profundización del trabajo de CGLU en materia de cultura y desarrollo sostenible; y la experiencia y los conocimientos de Culture Action Europe en materia de representación y de toma en consideración de la voz de los agentes de la sociedad civil de la cultura.
Actualmente, el proyecto se encuentra al final de la primera de las cinco fases previstas.