Desde el mes de diciembre de 2015, se están llevando a cabo una serie obras en Can Boada del Pi orientadas a garantizar la continuidad de los itinerarios peatonales en el barrio. Esto se ha traducido, entre otras actuaciones, en la construcción de aceras, reparaciones de pavimentos, mejoras de alumbrado o drenaje de calles. El Ayuntamiento adjudicó estos trabajos por un presupuesto de casi 500.000 euros. A la espera de poder terminar la reforma del puente de Can Gonteres, que también está incluida en el proyecto, el resto de obras han dado por finalizadas esta semana.
La implantación de la zona 30 es el colofón de las actuaciones para la pacificación del tráfico y la mejora de las condiciones de accesibilidad y seguridad de Can Boada del Pi. El mismo 31 de mayo se colocará la señalización de esta medida.
La limitación de la velocidad máxima en los barrios se probó por primera vez en Terrassa en 2004, con la urbanización del barrio de Can Roca. Se fue implantando progresivamente en los barrios de San Lorenzo, Júcar, Can Palet II, Guadalhorce, La Cogullada, Cementerio Viejo, Can Jofresa, Roc Blanc, Can Parellada y Can Palet de Vista Alegre, atendiendo a las necesidades de la movilidad y de la vecindad , así como las condiciones del barrio. Durante el último año, desde marzo de 2015, se han añadido a este listado los sectores de Siglo XX, Vallparadís, Centro, Can Palet y Montserrat. Con la implantación de esta medida en Can Boada del Pi, son ya diecisiete los barrios que tienen limitada su velocidad máxima a 30 km / h.