La mujer que solamente en un país excesivamente permisivo como España puede disfrutar de su libertad después de tantos robos seguidos, abordó al pobre hombre intentando convencerle de que colaborara con una supuesta organización de apoyo a personas sordomudas y en el acoso aprovechó de birlarle el reloj.
Afortunadamente unos agentes de los Mossos d'esquadra de la Comisaría de Martorell que sospecharon de ella, procedieron a detenerla.
La amiga de lo ajeno estará muerta de la risa, porque lo más probable es que uno de esos señores que se disfrazan con una capa como "El Zorro" a la que llaman toga, en algún circo judicial, la dejará libre y con cargos para que siga haciendo de las suyas.