Terrassa se caracteriza por tener unos políticos que manejan muy bien una florida y encendida oratoria con muchas palabras, repetitivas propuestas pero con escasa sustancia, mientras que los problemas de la ciudad parecen no solucionarse, al menos con premura.
No podemos, visto lo que vemos a diario, aplicar a nuestros administradores aquella relación calidad precio que buscamos usualmente durante nuestras compras, porque con unos sueldos superiores a presidentes de gobierno, presidentes autonómicos, ministros o consejeros, nuestros políticos locales probablemente suspenderían muchas materias si esto fuera un curso evaluable.
El tema de la basura es recurrente. Se contrata nuevo personal, pero el incivismo para el que existen sanciones que o no se aplican o no surten el efecto coercitivo necesario, y la lentitud de los servicios, se traducen en las rutinarias imágenes de abandono que podemos observar a diario.
Hoy, sin ir más lejos, hemos captado a las nueve de la mañana una imagen a los pies de unos contenedores de basura y en la noche, exactamente doce horas más tarde, cuando pensábamos que el rincón estaría limpio, nos encontramos que como los conejos, los desperdicios se habían multiplicado asombrosamente.
Entre los unos y los otros, estamos apañados.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
No podemos, visto lo que vemos a diario, aplicar a nuestros administradores aquella relación calidad precio que buscamos usualmente durante nuestras compras, porque con unos sueldos superiores a presidentes de gobierno, presidentes autonómicos, ministros o consejeros, nuestros políticos locales probablemente suspenderían muchas materias si esto fuera un curso evaluable.
El tema de la basura es recurrente. Se contrata nuevo personal, pero el incivismo para el que existen sanciones que o no se aplican o no surten el efecto coercitivo necesario, y la lentitud de los servicios, se traducen en las rutinarias imágenes de abandono que podemos observar a diario.
Hoy, sin ir más lejos, hemos captado a las nueve de la mañana una imagen a los pies de unos contenedores de basura y en la noche, exactamente doce horas más tarde, cuando pensábamos que el rincón estaría limpio, nos encontramos que como los conejos, los desperdicios se habían multiplicado asombrosamente.
Entre los unos y los otros, estamos apañados.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.