Los Mossos de la Unidad de Investigación de la comisaría de Terrassa detuvieron, el pasado tres de septiembre, dos personas y denunció a cinco más que formaban parte de un grupo criminal especializado en el cultivo de marihuana. Los integrantes del grupo fueron detenidos como presuntos autores de delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y por defraudación de fluido eléctrico.
Los investigadores recibieron información que en un domicilio de Terrassa se sentían continuamente ruidos de aparatos de aire acondicionado y un olor muy intenso a marihuana.
Los investigadores vieron hasta tres aparatos de aire acondicionado que funcionaban a pleno rendimiento. También observaron que varios vehículos se acercaban al piso y había personas que entraban y salían cargando grandes bolsas.
Ante estos hechos que relacionaban el piso con la droga, los agentes, el 1 de septiembre, llevaron a cabo una entrada y registro judicial. En el interior del piso los agentes encontraron dos hombres y una mujer, además, en una furgoneta que acababa de llegar en ese momento, se localizaron hasta cuatro personas más.
Al entrar en el lugar, los mossos acompañados de un inspector de la compañía eléctrica suministradora, observaron que la instalación había sido manipulada fraudulentamente para disponer de una intensidad eléctrica superior a la que estaba facturando la compañía.
Además, dentro del domicilio se localizaron 640 plantas de marihuana, 22 kilos y 650 gramos de cogollos de marihuana que se encontraban en un proceso de secado y 2 kilos y 400 gramos más que se encontraron dentro de un congelador en bolsas termoselladas. Además, los investigadores localizaron 15,3 gramos de hachís y 15 cajas con anabolizantes, así como restos de sustancias como testosterona y clembuterol.
El grupo había condicionado el piso para el cultivo de la marihuana. Los agentes localizaron varias salas habilitadas para el cultivo intensivo de marihuana que permitía hacer una recolección cada tres meses. Teniendo en cuenta esto, las 640 plantas que se localizaron tendrían la capacidad de generar, cada tres meses, aproximadamente 21.400 gramos de marihuana.
Además, también se localizó 64 lámparas de alta intensidad, 24 ventiladores y 64 transformadores.
En cuanto al precio de la marihuana localizada en el piso, si se vendiera en el mercado ilícito en gramos sería de 200.000 euros aproximadamente y en el caso de que se vendiera a kilos podría alcanzar los 53.000 euros.
En cuanto al valor de la conexión eléctrica fraudulenta sería de 64.000 euros aproximadamente.
Los investigadores detuvieron a dos de las siete personas que fueron identificadas durante la entrada en el piso por considerar que eran los que comandaban la organización criminal. Las cinco personas restantes fueron denunciadas para ayudar activamente al funcionamiento de la plantación. Pocas horas después, otra persona relacionada con el grupo y que estaba en búsqueda policial, se presentó voluntariamente ante el juzgado.
Los dos detenidos pasaron a disposición judicial el tres de septiembre y el juez decretó su libertad con cargos.
Los investigadores recibieron información que en un domicilio de Terrassa se sentían continuamente ruidos de aparatos de aire acondicionado y un olor muy intenso a marihuana.
Los investigadores vieron hasta tres aparatos de aire acondicionado que funcionaban a pleno rendimiento. También observaron que varios vehículos se acercaban al piso y había personas que entraban y salían cargando grandes bolsas.
Ante estos hechos que relacionaban el piso con la droga, los agentes, el 1 de septiembre, llevaron a cabo una entrada y registro judicial. En el interior del piso los agentes encontraron dos hombres y una mujer, además, en una furgoneta que acababa de llegar en ese momento, se localizaron hasta cuatro personas más.
Al entrar en el lugar, los mossos acompañados de un inspector de la compañía eléctrica suministradora, observaron que la instalación había sido manipulada fraudulentamente para disponer de una intensidad eléctrica superior a la que estaba facturando la compañía.
Además, dentro del domicilio se localizaron 640 plantas de marihuana, 22 kilos y 650 gramos de cogollos de marihuana que se encontraban en un proceso de secado y 2 kilos y 400 gramos más que se encontraron dentro de un congelador en bolsas termoselladas. Además, los investigadores localizaron 15,3 gramos de hachís y 15 cajas con anabolizantes, así como restos de sustancias como testosterona y clembuterol.
El grupo había condicionado el piso para el cultivo de la marihuana. Los agentes localizaron varias salas habilitadas para el cultivo intensivo de marihuana que permitía hacer una recolección cada tres meses. Teniendo en cuenta esto, las 640 plantas que se localizaron tendrían la capacidad de generar, cada tres meses, aproximadamente 21.400 gramos de marihuana.
Además, también se localizó 64 lámparas de alta intensidad, 24 ventiladores y 64 transformadores.
En cuanto al precio de la marihuana localizada en el piso, si se vendiera en el mercado ilícito en gramos sería de 200.000 euros aproximadamente y en el caso de que se vendiera a kilos podría alcanzar los 53.000 euros.
En cuanto al valor de la conexión eléctrica fraudulenta sería de 64.000 euros aproximadamente.
Los investigadores detuvieron a dos de las siete personas que fueron identificadas durante la entrada en el piso por considerar que eran los que comandaban la organización criminal. Las cinco personas restantes fueron denunciadas para ayudar activamente al funcionamiento de la plantación. Pocas horas después, otra persona relacionada con el grupo y que estaba en búsqueda policial, se presentó voluntariamente ante el juzgado.
Los dos detenidos pasaron a disposición judicial el tres de septiembre y el juez decretó su libertad con cargos.