Hoy he podido leer en la prensa nacional que los espacios informativos televisivos dedicados a la política, han experimentado en los últimos tiempos una fuerte caída de audiencia. Las cadenas más afectadas son Cuatro y La Sexta que dedican un buen porcentaje de sus franjas a este tipo de programación.
Se barajan diversas hipótesis para explicar esta situación, siendo las principales aunque no de manera concluyente, la reactivación de la desconfianza en los políticos que tuvo su cenit durante la crisis, y el atosigamiento político que padece una sociedad fatigada con elecciones, promesas, incumplimientos, corrrupción, etc.
Esta situación no es ajena a Terrassa, donde el interés generado por las noticias relacionadas directa o indirectamente con los políticos locales, no generan ni al diez por ciento de atención (al menos en Terrassa en la Mira), que el de otro tipo de ofertas periodísticas como pueden serlo las culturales, artísticas, vecinales, sociales o policiales.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
Se barajan diversas hipótesis para explicar esta situación, siendo las principales aunque no de manera concluyente, la reactivación de la desconfianza en los políticos que tuvo su cenit durante la crisis, y el atosigamiento político que padece una sociedad fatigada con elecciones, promesas, incumplimientos, corrrupción, etc.
Esta situación no es ajena a Terrassa, donde el interés generado por las noticias relacionadas directa o indirectamente con los políticos locales, no generan ni al diez por ciento de atención (al menos en Terrassa en la Mira), que el de otro tipo de ofertas periodísticas como pueden serlo las culturales, artísticas, vecinales, sociales o policiales.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.