Las lesiones han pasado factura a las del Juan XXIII

Imagen de Andrea Salvador

En una jornada en la que la mayoría de los partidos, a excepción de uno se han jugado este sábado cuando lo habitual es que en la primera división del fútbol femenino se juegue los domingos entre las cuatro y las cinco de la tarde, las chicas del Juan XXIII diezmadas por las lesiones, sucumbieron ante sus rivales sabadellenses de La Planada 4-2

El resultado quizás refleje en parte lo ocurrido en el terreno de juego, pero es exagerado. Visto lo visto, quizás un empate hubiese sido buena recompensa para ambas escuadras, pero como el fútbol se gana con goles y las de Sabadell marcaron cuatro, poco o nada queda por añadir.

Los males arbitrajes debieran ser sancionados

Lamentablemente la poca atención que la FCF y los mismos clubes prestan al fútbol femenino, se refleja en la calidad de los árbitros que semana tras semana dejan una sensación de desconocer absolutamente el oficio por el que supuestamente cobran, en unos estipendios que solamente los políticos pueden superar en el rubro de lo inmerecido.

Hemos visto infinidad de partidos en la categoría femenina y hasta el momento, el mejor arbitraje tal vez merezca un 3 en una puntuación del 1 al 100. Pero no es extraño en el país con los peores árbitros del mundo occidental.

Esto viene a cuento a raíz del triste arbitraje del que fueron testigos las jugadoras y el público asistente en el enfrentamiento entre las del Juan XXIII y las de la Planada, Con este tipo de colegiados que es difícil imaginar de dónde salen porque resulta surrealista que sean producto de una formación, es preferible sugerir, que antes de cada encuentro se escoja para arbitrar un espectador al azar y las cosas irían mucho mejor.