En España, uno de los países con más días de fiesta de Europa, entre otros muchos desacuerdos que nos caracterizan, está el del día de celebración de las festividades, que es otra de las demostraciones del despelote que caracteriza al Estado.
De esta forma, con ese despelote nacido con toda seguridad en la cabeza poco amueblada de nuestros políticos, tenemos que el país, cada comunidad y cada localidad, se reparten anárquicamente las catorce festividades que permite la ley (sin contar los puentes), una más que Austria, dos más que Alemania, tres que Bélgica, Italia y Francia, cinco más que Reino Unido y seis que Holanda.
Esto ha permitido que este Jueves Santo, laborable en Catalunya, en compensación del Lunes de Pascua, no lo sea en Terrassa, marcada la fecha como fiesta local, y de todas maneras -¡faltaba más!- disfrutará la del lunes.
Sin embargo, estas licencias en uno de los países más pobres de Europa, con la mayor cantidad de políticos por habitante, con los políticos mejor pagados del continente en comparación con los ingresos medios de la población, con una de las mayores tasas de corrupción en el mundo... estas licencias, decíamos, no son en absoluto soprendentes, porque forman parte de la idiosincrasia hispana...
...Esa idiosincrasia que así como la posible prohibición del botellón generó las más grandes manifestaciones que recuerde el Reino, las repetiría si se eliminaran algunos de los tantos festivos... Beber y descansar son más prioritarios que el paro, la precariedad laboral, los recortes, la desaparición paulatina de las pensiones...
En fin. Hoy en Terrassa ha sido fiesta.
De esta forma, con ese despelote nacido con toda seguridad en la cabeza poco amueblada de nuestros políticos, tenemos que el país, cada comunidad y cada localidad, se reparten anárquicamente las catorce festividades que permite la ley (sin contar los puentes), una más que Austria, dos más que Alemania, tres que Bélgica, Italia y Francia, cinco más que Reino Unido y seis que Holanda.
Esto ha permitido que este Jueves Santo, laborable en Catalunya, en compensación del Lunes de Pascua, no lo sea en Terrassa, marcada la fecha como fiesta local, y de todas maneras -¡faltaba más!- disfrutará la del lunes.
Sin embargo, estas licencias en uno de los países más pobres de Europa, con la mayor cantidad de políticos por habitante, con los políticos mejor pagados del continente en comparación con los ingresos medios de la población, con una de las mayores tasas de corrupción en el mundo... estas licencias, decíamos, no son en absoluto soprendentes, porque forman parte de la idiosincrasia hispana...
...Esa idiosincrasia que así como la posible prohibición del botellón generó las más grandes manifestaciones que recuerde el Reino, las repetiría si se eliminaran algunos de los tantos festivos... Beber y descansar son más prioritarios que el paro, la precariedad laboral, los recortes, la desaparición paulatina de las pensiones...
En fin. Hoy en Terrassa ha sido fiesta.