Con 74 parados más respecto al mes de marzo, Terrassa ha terminado abril con 22.681 inscritos en las listas de demandantes de empleo de la OTG. Una cifra patética en una jornada en la que en casi todo el país se celebran las mejores cifras de desplome del desempleo desde 1996.
Mientras en el cómputo global español, el paro ha descendido en 111.565 personas, en Catalunya lo ha hecho en 12.645 personas. Unas estadísticas que aún estando muy lejos de lo deseable y amparadas en parte por la emigración y la precariedad del nuevo empleo, son calificadas de positivas por el arco político y dan aire al PP de cara a las europeas.
Curiosas son las cifras de Terrassa donde la clase política del socialismo de salón, con la creación de comisiones, mesas y cualquiera de esas inutilidades que solamente sirven para aparecer en los medios, pretende apuntarse al inevitable crecimiento del empleo que ya ha tocado fondo. Hoy la promoción les ha dado resultados adversos.
Sin embargo, como los datos son eminentemente estacionales, nadie es culpable en la ciudad de este retroceso, como tampoco -y no quieran llamarnos a engaño- nadie lo será de la futura evolución positiva, más que las macrocircunstancias.
Oportuno es el momento para sugerir al equipo de gobierno local, que más que mesas y comisiones de empleo, cree grupos que inspeccionen las condiciones en las que trabajan los empleados de muchas empresas y comercios... Son francamente deplorables y precarias.
Mientras en el cómputo global español, el paro ha descendido en 111.565 personas, en Catalunya lo ha hecho en 12.645 personas. Unas estadísticas que aún estando muy lejos de lo deseable y amparadas en parte por la emigración y la precariedad del nuevo empleo, son calificadas de positivas por el arco político y dan aire al PP de cara a las europeas.
Curiosas son las cifras de Terrassa donde la clase política del socialismo de salón, con la creación de comisiones, mesas y cualquiera de esas inutilidades que solamente sirven para aparecer en los medios, pretende apuntarse al inevitable crecimiento del empleo que ya ha tocado fondo. Hoy la promoción les ha dado resultados adversos.
Sin embargo, como los datos son eminentemente estacionales, nadie es culpable en la ciudad de este retroceso, como tampoco -y no quieran llamarnos a engaño- nadie lo será de la futura evolución positiva, más que las macrocircunstancias.
Oportuno es el momento para sugerir al equipo de gobierno local, que más que mesas y comisiones de empleo, cree grupos que inspeccionen las condiciones en las que trabajan los empleados de muchas empresas y comercios... Son francamente deplorables y precarias.