Tercera fuerza política en Catalunya, segunda en Terrassa, pero la pérdida de votos ronda el 40 por ciento. Esto no tiene más titular que "EL PSC se ha hundido". Y este hundimiento ha sido matizado por la cantidad de pequeños partidos emergentes que han dejado de ser pequeños en un claro proceso que a nivel nacional solamente tiene una lectura... El bipartidismo llega a su fin.
Pero en estas elecciones en las que el PP a nivel nacional puede justificar su "desplome" como voto castigo, no tiene la misma opción el PSOE que es víctima de su propia torpeza por haber dejado a ese zombi de la política rescatado por Zapatero, a la cabeza. Rubalcaba no dice ni representa nada en un partido que de izquierdas solamente le han dejado el nombre y de derechas sus obras y que, peor aún, confunde populismo con progresismo.
En Catalunya, el desastre con Navarro a la cabeza, ha sido peor. Inimaginable. Tanto que a la hora de redactar esta nota, nueve de la mañana, resulta sorprendente que el ex alcalde de Terrassa no haya dimitido... por vergüenza... por orgullo... por responsabilidad.
Terrassa en la Mira lo advirtió una y otra vez. El oscuro primer secretario del PSC ocupa el puesto solamente como producto de una presunta manipulación que quería salvar cabezas útiles del baronazgo catalán socialista, en detrimento de alguien 'sacrificable'. Jamás, eso sí, contaron conque el desastre producido por su carencia absoluta de liderazgo, falta de firmeza y especialmente en nuestra tierra, de asumir una posición inequívoca ante el reto que representa el soberanismo fuera tan enorme. Tuvo, quizás, miedo de perder la confianza de la Ejecutiva si tomaba decisiones arriesgadas y este miedo le llevó con toda probabilidad a perder la confianza de aquellos que en su partido requerían de un camino concreto al que arrimarse y en el que creer.
En el Principado, aunque hablemos de elecciones europeas, las opciones eran estar o no estar con la Independencia, pero jamás un "no sé", "a lo mejor", "tal vez", "si y no" y toda esa nube etérea de ofertas que basadas en un Estado Federal, eran tan creíbles y sostenibles como la leyenda de Los Reyes Magos, adosadas con Papà Noel y sazonadas con Blancanieves, sin olvidarnos de echar una pizca de Pinocho.
Señor Navarro. Haga lo que tiene que hacer. Asuma una responsabilidad que es suya desde que optó al cargo y deje de hacer daño a su partido... Hay nuevas generaciones capaces de intentar recuperar los orígenes de un socialismo de izquierdas, robado por la ambición del cargo y del poder desde los inicios de la democracia.
Pero en estas elecciones en las que el PP a nivel nacional puede justificar su "desplome" como voto castigo, no tiene la misma opción el PSOE que es víctima de su propia torpeza por haber dejado a ese zombi de la política rescatado por Zapatero, a la cabeza. Rubalcaba no dice ni representa nada en un partido que de izquierdas solamente le han dejado el nombre y de derechas sus obras y que, peor aún, confunde populismo con progresismo.
En Catalunya, el desastre con Navarro a la cabeza, ha sido peor. Inimaginable. Tanto que a la hora de redactar esta nota, nueve de la mañana, resulta sorprendente que el ex alcalde de Terrassa no haya dimitido... por vergüenza... por orgullo... por responsabilidad.
Terrassa en la Mira lo advirtió una y otra vez. El oscuro primer secretario del PSC ocupa el puesto solamente como producto de una presunta manipulación que quería salvar cabezas útiles del baronazgo catalán socialista, en detrimento de alguien 'sacrificable'. Jamás, eso sí, contaron conque el desastre producido por su carencia absoluta de liderazgo, falta de firmeza y especialmente en nuestra tierra, de asumir una posición inequívoca ante el reto que representa el soberanismo fuera tan enorme. Tuvo, quizás, miedo de perder la confianza de la Ejecutiva si tomaba decisiones arriesgadas y este miedo le llevó con toda probabilidad a perder la confianza de aquellos que en su partido requerían de un camino concreto al que arrimarse y en el que creer.
En el Principado, aunque hablemos de elecciones europeas, las opciones eran estar o no estar con la Independencia, pero jamás un "no sé", "a lo mejor", "tal vez", "si y no" y toda esa nube etérea de ofertas que basadas en un Estado Federal, eran tan creíbles y sostenibles como la leyenda de Los Reyes Magos, adosadas con Papà Noel y sazonadas con Blancanieves, sin olvidarnos de echar una pizca de Pinocho.
Señor Navarro. Haga lo que tiene que hacer. Asuma una responsabilidad que es suya desde que optó al cargo y deje de hacer daño a su partido... Hay nuevas generaciones capaces de intentar recuperar los orígenes de un socialismo de izquierdas, robado por la ambición del cargo y del poder desde los inicios de la democracia.