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Imagen del blog Pèrles del Polonia |
Rubalcaba, con orgullo y consecuente con la debacle, ya ha anunciado que se va. Navarro se aferra al cargo. El partido está a punto de la desaparición, navegando entre fragmentos del bipartidismo torpedeado, y el querer seguir al frente, solamente puede ser consecuencia de pensar que no tiene culpa alguna en el desaguisado, aunque justa o injustamente, todos los dedos, así como a Rubalcaba a nivel nacional, le señalan a él en el Principado. Pero aquí el de Terrassa se ha limitado a convocar al Consell Nacional.
Navarro, de no dejar la cabeza del PSC, sería un ejemplo más de por qué los ciudadanos ya no confían en los políticos y cada vez menos, en sus autoridades.
Y esto me lleva a pensar que esta actitud debe ser asumida por todos los líderes locales del socialismo catalán, porque en cada uno de ellos recae la responsabilidad de la cruel y profunda derrota. Sin embargo, ello sería un castigo demasiado duro para quienes se limitan a cumplir órdenes de la maquinaria, órdenes en el caso del PSC, tan extremadamente ambiguas. tan exageradamente indefinidas, tan patéticamente populistas y tan artificialmente indulgentes, que si el nuestro no fuera un país dominado por las consignas que pretenden erigirse en ideologías, tanto el PSOE/PSC, como el PP y como CiU, este domingo, si no antes, hubiesen desaparecido del mapa en beneficio de la democracia.
Así es la vida. así son y así están las cosas.