Con 24 mil parados y barrios crecientemente abandonados, padeciendo los efectos de los recortes tanto en sanidad como en educación, con los sindicatos no se sabe si gruñendo o simplemente roncando en su reparador sueño, ante la caótica situación que vivimos... el alegre ayuntamiento de Terrassa, conformado por políticos que por sus ingresos difícilmente se puedan hacer una idea de lo que viven las familias afectadas, han decidido recuperar las tradiciones que por la crisis se perdieron en torno a la gran mentira de los Reyes Magos.
En efecto, como el dinero no solamente sobra para tirarlo en máquinas limpiachicles o palas quitanieves, el consistorio local recuperará la tradición del helicóptero que no suele ser un vehículo barato, para que uno de los tantos cuentos que se nos inoculan en la infancia y que nos sirven en el futuro para ser desconfiados, incluya a unos sujetos disfrazados de reyes, incluso uno pintado de negro, como si en la ciudad no hubiesen vecinos venidos del África subsahariana, bajándose de uno.
Además de la incongruencia del helicóptero que aterrizará el 5 de enero a las 4 de la tarde en la Plaza Mayor de Torre-Sana también se quemará parte del dinero en un espectáculo piromusical en el Raval.
El espectáculo, incluídos los gastos serán los mismos del año pasado, que ya es mucho decir en una ciudad pobre de un país pobre, aunque la escenificación cristiana, porque también hay que decirlo, tiene raíces religiosas lo que es toda una paradoja en un municipio que se jacta de ser de izquierdas, tendrá una novedad respecto al horario y es que el mismo día 5, la Cabalgata se iniciará media hora antes de lo habitual, lo que afortunadamente no cuesta dinero.
El resto de la parafernalia seguirá siendo la misma con Xiu-Xiu incluído...
Como siempre, a falta de pan, circo... mucho circo.
En efecto, como el dinero no solamente sobra para tirarlo en máquinas limpiachicles o palas quitanieves, el consistorio local recuperará la tradición del helicóptero que no suele ser un vehículo barato, para que uno de los tantos cuentos que se nos inoculan en la infancia y que nos sirven en el futuro para ser desconfiados, incluya a unos sujetos disfrazados de reyes, incluso uno pintado de negro, como si en la ciudad no hubiesen vecinos venidos del África subsahariana, bajándose de uno.
Además de la incongruencia del helicóptero que aterrizará el 5 de enero a las 4 de la tarde en la Plaza Mayor de Torre-Sana también se quemará parte del dinero en un espectáculo piromusical en el Raval.
El espectáculo, incluídos los gastos serán los mismos del año pasado, que ya es mucho decir en una ciudad pobre de un país pobre, aunque la escenificación cristiana, porque también hay que decirlo, tiene raíces religiosas lo que es toda una paradoja en un municipio que se jacta de ser de izquierdas, tendrá una novedad respecto al horario y es que el mismo día 5, la Cabalgata se iniciará media hora antes de lo habitual, lo que afortunadamente no cuesta dinero.
El resto de la parafernalia seguirá siendo la misma con Xiu-Xiu incluído...
Como siempre, a falta de pan, circo... mucho circo.