En cuanto a las nuevas tarifas entre Terrassa y Barcelona , el billete sencillo alcanza finalmente los cuatro euros , con un incremento del 7,5 por ciento , es decir muy por encima del IPC y mucho más aún que los sueldos de aquella masa de afortunados trabajadores que todavía mantienen sus puestos de trabajo .
La T -10 por su parte , que es por cierto el abono más utilizado , alcanza los 27,7 euros tras el incremento de un 5 por ciento . Asimismo, la T-50/30 que permite realizar cincuenta desplazamientos en 30 días , sube un 8,4 por ciento para redondear su precio en cien euros.
Con 24 mil parados , trabajos precarios y una pobreza creciente , las nuevas tarifas que entrarán en vigor a partir del próximo miércoles, día 1 de enero, son, por supuesto , una canallada para Terrassa . Pero como la casta política entronizada a la Generalidad de Cataluña que controla el 51 por ciento del consorcio del transporte barcelonés , poco le importa el problema que enfrentan los pobres para subsistir , es mejor castigarlos que enviar a la calle a los enchufados que presuntamente pueblan la entidad como consecuencia de también presuntos acuerdos partidistas .
