En el proyecto municipal de dotar a todos los barrios de la ciudad de equipamiento social, el Ayuntamiento de Terrassa ha ido construyendo durante años una red de centros cívicos y otros equipamientos que, a la vez, han ido dejando algún que otro edificio de características estéticas más o menos interesantes. En el año 2008, el estudio de arquitectura GMG (
www.gmg.cat) diseñó del Centre Cívic Can Tusell (Centro Cívico Can Tusell), ubicado en el barrio situado en el centro de la zona norte de la ciudad. El Ayuntamiento destinó 887.000 euros del plan de inversiones estatales de 2009 (FEIL) a su construcción, y un año después era inaugurado con una gran fiesta vecinal.
El edificio destaca por la sencillez pragmática de sus formas, su suave efecto flotante, su cálido cubrimiento a base de madera y el colorido de sus dos paneles murales. Ocupa una superficie de 540 metro cuadrados y se concibió como un edificio de planta baja con dos alturas libres interiores que diferencian sus principales usos (social y ocio), que pueden funcionar de forma independiente. Así, destina 181 metros cuadrados para el equipamiento cívico propiamente dicho y otros 187 para los usos de esparcimiento, contando asimismo con salas polivalentes, servicios y despachos.
Las líneas rectas y la simplicidad marcan el concepto de este edificio, cuya estructura se construyó a partir de forjado. Esta es la descripción que el estudio de arquitectura responsable hace de la obra: "El centro cívico se desenvuelve en un único nivel y tiene la planta rectangular. A nivel de distribución, los espacios se organizan en peine buscando la buena orientación y el espacio exterior. Este orden también se traslada en la distribución de la estructura. En el sentido longitudinal los ejes se separan cada 6 metros. En el sentido trasversal hay tres lineas de ejes de pilares. una separada cada 6 metros y la otra cada 4,50 metros. Esta separación de ejes se aprovecha para hacer un cambio de nivel en la cubierta. La estructura vertical es a base de pilares de acero de sección HEB. La estructura horizontal es a base de forjados unidireccionales de viguetas semi resistentes sobre vigas principales de acero".
Tecnicismos aparte, lo primero que llama nuestra atención es su leve efecto de flotabilidad, generado por su emplazamiento en el pequeño elevamiento existente al final de la plaza de Can Tusell, frente a la calle Tarragona. Pero sobre todo al hecho de que en esa fachada descansa sobre un muro bajo de carga en, generando un pequeño voladizo, dando así agilidad a su cúbica forma. Desde la perspectiva de la fachada posterior (la que destaca más por hallarse en una calle principal), lo que más llama la atención, aparte de ese detalle, es su piel de lamas de madera hoy en día muy desgastadas por el sol. Juegan un contraste especial con el marco de hormigón que las abraza lateralmente y que sustenta y define toda la estructura de este edificio. Asimismo, contribuyen a restar frialdad a tan rotundo material los dos mosaicos de coloridas formas geométricas que adornan ambos costados del centro cívico y que parecen dos grandes cuadros enmarcados por cemento y madera.
La madera es también la protagonista de su fachada principal, y de las escaleras que facilitan los accesos al centro. Tanto que las ventanas aparecen escondidas por esa especie de muro de cortina orgánico, que establece pequeñas y alargadas hendiduras por las que penetra la luz al interior del edificio. Asimismo, la cubierta se halla dotada de paneles solares para contribuir a la eficiencia energética del edificio.
José Luis Montoya / ARQUITERRASSA
