Las granjas de la facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) acogen desde el mes de julio jóvenes usuarios de los Equipos de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) del Vallès Occidental y de los programas de Empleo del Consejo. Su presencia se enmarca en el proyecto de equinoterapia social que el Consejo Comarcal ha iniciado gracias al empuje de un educador y educadora social del ente y otras dos trabajadoras del Área de Desarrollo Económico, que propusieron este proyecto en el marco de los Presupuestos Participativos 2017. a lo largo de este año, 12 jóvenes participarán en sesiones individuales y grupales de equinoterapia social en las que se les enseñará a participar de los programas terapéuticos que la entidad sin ánimo de lucro Epona desarrolla con colectivos con problemáticas físicas, psíquicas o sensoriales.
El "Proyecto de intervención en equinoterapia social con adolescentes del Vallès Occidental" es transversal y atiende tanto los jóvenes que son atendidos por los Equipos de Atención a la Infancia del Vallès Occidental (EAIA) como los que participan en programas de empleo. Es un proyecto que responde a diferentes líneas del Plan de Actuación Comarcal 2016-2020: garantizar la oportunidad de oportunidades, potenciar el empleo de calidad y desplegar una economía social y sostenible. Cuenta con un presupuesto de 5.000 euros por este ejercicio 2017.
Los promotores del proyecto, trabajadores y trabajadoras del Consejo explican que "con este proyecto se quiere responder a la necesidad de muchos adolescentes y sus familias que ya han participado en otros programas dentro del Área de desarrollo económico il'EAIA, y que no han dado resultados sobre motivación e inserción sociolaboral o que no hayan mejorado su situación personal ".
Por su parte, el presidente del Consejo Comarcal destaca que "el proyecto de Equinoterapia social ha tenido una gran aceptación en el marco de los presupuestos participativos y responde perfectamente a los principios de este proyecto: es integral, transversal y estrechamente relacionado con la tarea diaria del Consejo Comarcal. Creemos que es una nueva apuesta para poder ofrecer más recursos y alternativas a la juventud de la comarca que pasa por momentos de dificultades emocionales y de relación social ".
Esta propuesta pretende dar una respuesta innovadora y alternativa a esta necesidad, motivando a estos adolescentes y transformando su realidad. Los y las adolescentes participan en terapias como auxiliar de atención a personas con dificultad -discapacitats físicas, sensoriales, psíquicas, etc.-, que son algunas de las personas que más frecuentemente reciben tratamiento a través de la equinoterapia.
Todo ello, gracias al trabajo de la Asociación Epona, una entidad sin ánimo de lucro que utiltiza el caballo como agente promotor de beneficios en las áreas de la rehabilitación física, psicológica, social y emocional, contando con personal cualificado y formado específicamente en equinoterapia. Epona considera el caballo y su hábitat como agentes promotores de beneficios y que con la guía del profesional adecuado pueden ayudar en la rehabilitación de las personas que atienden.
¿Qué es la equinoterapia socialLa equinoterapia social aprovecha la relación con el caballo, para ayudar a personas con problemas para superar los conflictos. Desarrolla trabajo promocional que pretende descubrir y potenciar las capacidades y recursos en las personas y es una experiencia multi sensorial, que pretende utilizar todos los sentidos de la persona para pasar la barrera emocional y comunicarse con ella.
El contacto con los caballos, ha tenido resultados muy positivos. Los caballos reúnen condiciones de tamaño, etología y comunicación, apropiados desarrollar un trabajo terapéutico profundo y positivos en todos los sentidos: cognitivo, conductual y emocional.
Es una forma de intervención innovadora y que se demuestra de gran utilidad en casos en que la intervención más convencional no es efectiva y que se necesita lograr un cambio en la actitud e interés y motivación del joven para empezar a trabajar en su itinerario socio-laboral.
Motivar a los adolescentes y aprender a superar conflictosLas personas que participan como usuarias de este proyecto tienen un alto grado de desmotivación, desorientación, baja autoestima, apatía, falta de interés por lo que les rodea ... En base a esto, la equinoterapia social les puede ayudar a adquirir nuevas habilidades que les pueden ser útiles tanto para su vida en general, como para su inclusión socio-laboral. Se trata de competencias como la comunicación, la flexibilidad, la iniciativa, la resolución de conflictos, el trabajo en equipo...
La intervención aporta beneficios a través del manejo de los caballos donde los jóvenes tendrán que adquirir una serie de cualidades que el caballo, por su etología, ayuda a transmitir como son la seguridad, la armonía, la calma, la comunicación no verbal. .. Esta actividad implica que los jóvenes puedan vivir el aquí y ahora y tener todos los sentidos en lo que está pasando. Esto ayuda a trabajar las resistencias del joven ya que el usuario modifica su comportamiento por una voluntad intrínseca, porque quiere comunicarse e interactuar con el caballo.
Por otra parte, al participar en las terapias como auxiliar de atención a personas con dificultad se trabajan aspectos como la responsabilidad, el trabajo en equipo, sentirse útiles, ayudar, ser empáticos y sensibles hacia las dificultades de los demás .. . por lo que se relativizan problemas personales.
Una de las responsables de Epona, Mónica Goya explica que "los chicos vienen aquí, en un entorno en el que no están acostumbrados, a aprender y ayudar a los demás. Son chicos que están acostumbrados a ser las víctimas y venir aquí les ayuda a relativizar sus problemas. Deben modificar su conducta para adaptarse a la conducta del caballo y esta modificación de conducta se hace de forma intrínseca, porque el joven quiere hacerla, no porque les pida la sociedad o el maestro o el educador. Y esta modificación de conducta la pueden extrapolar fuera, en casa, de una manera relativamente rápida. Además descubren a través de los caballos la estructura social de grupo y de cómo formar parte de un grupo ". También destaca que el entorno hace que no se produzcan condiciones para desarrollar situaciones de violencia y el trabajo con los caballos obliga a la juventud "a estar muy presentes, a vivir el ahora y el aquí".
Actividad voluntaria y de aprendizajeTanto los y las jóvenes que han iniciado esta terapia como los educadores sociales y los responsables de la entidad Epona están satisfechos de su evolución. Día a día los adolescentes se muestran más seguros y responsables, al tiempo que se van abriendo a las personas de su entorno y verbalizando sus sensaciones y emociones.
La juventud asiste a las sesiones de forma voluntaria y sienten que participan en un proceso de aprendizaje. Este planteamiento es vital para evitar resistencias por parte de ellos y ellas y para conseguir una implicación activa del propio participante, que actúa como principal agente de cambio y mejora de su proceso personal.
Cada joven realiza una sesión semanal de 4 horas durante 3 meses y como actividad final participa en una actividad grupal con los caballos y junto con referentes familiares.