El centro de Terrassa rezuma Navidad por los cuatro costados y así queda reflejado en el Belén frente al Ayuntamiento que este año expone una curiosa mezcla de un nacimiento tradicional en el interior de un palacio romano. En fin, una misma época aunque con elementos separados por miles de kilómetros. Un surrealismo ingenioso y atractivo.
Poco más allá, en la Plaça Vella la gente se mueve entre los tenderetes de la Fira de Santa Llúcia que ofrecen desde lo más tradicional hasta lo más catalán de estas fiestas, intentando satisfacer las necesidades y gustos de un público variopinto y exigente, sobre todo en lo que a precios se refiere.
Las tiendas, unas más que otras, también se han esmerado en adornar sus vidrieras en una sana competencia que da calor y color a las festividades decembrinas.
Poco más allá, en la Plaça Vella la gente se mueve entre los tenderetes de la Fira de Santa Llúcia que ofrecen desde lo más tradicional hasta lo más catalán de estas fiestas, intentando satisfacer las necesidades y gustos de un público variopinto y exigente, sobre todo en lo que a precios se refiere.
Las tiendas, unas más que otras, también se han esmerado en adornar sus vidrieras en una sana competencia que da calor y color a las festividades decembrinas.